viernes, 17 de julio de 2009

El camino es pedregoso. Muchos árboles a la derecha, con todas las tonalidades del verde desplegadas sin pedir permiso. A la izquierda la montaña, expuesta como si fuera un enorme animal de muchos años atrás, que duerme su siesta con las piernas dobladas en posición de relajo eterno. Luego, estando adentro del recinto y entre un pequeño bosque de manzanos.
"Hola, buenos días"
me mira de pies a cabeza
fija su vista en mi pelada cuando me saco el gorro
gruñe algo y entra a la ruca
esperamos pacientes
algo nerviosos y expectantes...
nos trae un enorme vaso metálico y nos lo ofrece
lo primero que se ve
son diminutos insectos aleteando por su vida en el líquido
espera a que nos lo tomemos
de soslayo miro a mi acompañante
y me alienta a que lo haga.
Es chicha de manzana
la misma que cuelga en grandes racimos sobre nuestras cabezas..
el sabor es neutro y ácido
Esta´rico, le digo
y por primera vez lo veo sonreir
Es de baja estatura, pómulos altos, y una piel curtida por el sol cordillerano
sus ropas se han mimetizado con los colores del campo. En su cintura cuelga un lazo artesanal, que cada cierto tiempo se lo palpa con su mano derecha, como para no perderlo de vista. Desconfía, nosotros también, de su investidura misteriosa de indigena extinto y él de nuestras enormes mochilas multicolores.
No temas, estamos a quí en son de paz
indio de las soledades olvidadas
sabemos que te han arrinconado
solidaridad es lo queremos entregarte
a cambio de que nos dejes secar nuestra ropa húmeda
Le digo no muy convencido y hablando con ridículo alfabeto de tarzán.
Su casa es oscura, solo la ilumina el fogón que arde
en su cuadrado metálico...

jueves, 9 de julio de 2009

P, O y S

Pienso en leer todo
Para no parar de enteder
Porqué a mi lado estás
Pero a veces
Prefiero
Pensar
Pasar inadvertido
Por tu aura juvenil
Por tu dolor terrenal de huesos y vertebras
Pasar por alto tu llanto
Para ver tal como eres despojada tambien de ropas e ideas
Practicar subir por el revoloteo de tu aroma de piel
Penetrar la bóveda de tus sueños alterados
Pisar el cesped de tu corazón magullado
Para
Plantar una
Perfecta flor
Primaveral

O quizas
Ornamentar tus sueños con
Olvidados pasadizos al paraiso tambien perdido
Organizar una contienda sin armas ni violencia
Olvidarnos de los sinuosos caminos que permitieron nuestro encuentro
Obrando en la construcción de nuestra ampliación definitiva



Siempre parecerá poco
Si ya sabes
Saltemos la cerca
Silbando una melodía de Silvio
Sorteando cadáveres con vida solo tangencial
Sintiendonos
Solos
Sin
Sed,
Sudor
Solo
Sol
Sobre nuestro
Ser.

sábado, 20 de junio de 2009

Peluquería " LA VENGANZA", donde usted entra y sale trasquilado, atendida por su propia dueña...

viernes, 19 de junio de 2009

Llueve sobre la ciudad

La bajada está jabonosa. El cielo está oscuro, a pesar de ser de mañana. Cae la lluvia sobre la ciudad. Las orillas de la calzadas se forman pequeños rápidos que lentamente aumentan su amplitud y velocidad. Estoy consciente, muy consciente, y un poco tenso tal vez. De reojo miro los indicadores del panel, está todo en orden -pienso-. La pendiente me deja tener otra perspectiva de los edificios que cubren el plan de la urbe. Es todo bruma, humedad, vidrios empañados, sonido radial e inquietud.
Las luces de freno se amontonan en el semáforo rojo. Gente al volante, tal vez con las mismas preocupaciones mías. Los pies se me hielan sin motivo aparente, la calefacción está fuerte, pero ahí están, haciéndome sentir un poco mas incomodo.
Ocupo la primera fila, pendiente de la lucecita que se tambalea con el viento. Accionando con mi pie entumecido acelero atravesando la calzada brillante. El tráfico es intenso y avanzo lentamente en la marea de vehículos. Un niño en su silla limpia el vidrio y se me queda mirando. Percibo que es tan intensa que me obliga a mirarlo, momento en el cual me saca su pequeña lengua.
El mar está agitado y se siente retumbar sobre los roqueríos de defensa. La lluvia continúa bañando la ciudad. Veo gentes presurosas cruzar el camino saltando entre los vehículos. Atravieso por la amplia plaza del monumento negro y helado que se llergue como un pequeño volcán.
Tomo la muy empinada avenida con velocidad y desición. A mitad de la cuesta, viro a la derecha y mientras en el ambiente se escucha al poeta Serrat, lentamente los temores se van empequeñeciendo, cuando veo a un par de cuadras la calle -objetivo.
Los goterones en el paraguas se sienten fuertes. Las micros en bajada van dejando su estela de agua y sonido de frenada . Espero hasta ver la calle desierta y la cruzo lentamente, lamentando dejar al español con su prosa. Abro el gran portón de entrada y luego el siguiente, y ya estoy mas tranquilo.