Cálculo

Pasó volando rauda, transparente casi invisible a media altura y por el centro del pasillo. Entró antes que nosotros a la enorme sala.
Nos recibió otra enfermera, la que preguntó si podía ponerme de pie, intuyó de inmediato, mi cara lo decía todo. Entre las dos lograron moverme de la silla de ruedas.
Entonces la vi posicionarse expectante sobre el aparato circular de aspecto nave espacial. Observé que vio cómo el dolor me hacía enrollarme sobre la camilla de exámen.
En el túnel sentí náuseas cuando me obligaron a tomar aire, para mejor resolución del escáner y ese tipo de cosas, mas aún, eso de levantar los brazos hasta atrás fue como que me hicieran sentir un gran dolor de muelas, pero en la barriga.
En el éxtasis del dolor, la maquinita comenzó a girar, y vi luces de todo tipo, que salían de la maquina y de mi mente.
Por suerte el suplicio duro lo que tenía que durar, y a los pocos minutos, ya me deslizaban por el pasillo de vuelta, y con mi curiosa amiga haciendo sus mejores piruetas.
No, no es el caso que le pasó al tipo de la película que se metió en una maquina rara con una mosca en su interior, y después se convirtió en un asqueroso bicho mitad mosca mitad actor.
También podría haber sido una mosca distinta, o tal vez la misma pero esa fue mi impresión. Y ahora que escribo estas líneas sorprende tanto bicho suelto en un hospital.
Aquella dolorosa mañana desperté con espasmos horribles que apenas me dejaban hablar, se me nublaba la vista, los objetos se entrecruzaban y me hormigueaban las manos. La Mary pensó en el vecino que de inmediato puso su vehículo a disposición para ir a la urgencia del hospital
Me depositaron en una sala con paredes de cortinas azules con la correspondiente bolsita del suero colgando desde la altura.
Luego llegó Mary, y en su cara de preocupación capté que estaba mal, amarillo, que podía ser el hígado o ¿no será el apéndice?, comenzó a explicar ciertas etapas de ciertos conductos que desembocan en una cosa chiquitita, según ella, y que se llama apéndice , si eso se rompe, pasa a peritonitis. Toda una clase completa de anatomía de interiores. No sabía si se estaba preparando para un exámen o quería sacarme de ahí luego, anticipándose al diagnostico del doctor.
El efecto del sedante en el suero había surtido su efecto, el dolor había desaparecido casi por completo. El doctor entró radiante enfundado en su uniforme de marino-médico- cirujano, y con un estudiante en práctica con cara de no saber absolutamente nada.
Me palpó la barriga, y como no tuvo una respuesta afirmativa respecto de donde me dolía mas, porque sencillamente el dolor ya no estaba. Entonces no se le ocurrió nada mejor que declamar ante todos los presentes que el causante de mi dolor había sido un PAC, y acercándoseme me pregunta .. ¿.sabe Ud. lo que es un PAC?, entonces me dice “un Peo Atascado en el Colon”, mientras su alumno en práctica asentía. De cirujano del Hospital Naval pasó a ser Krosty el payaso.
Esa maldita pequeñísima piedra que viajó por mi uretra por dos horas quedó en el olvido, ahora disfruto con mi mujer un rico paseo en micro disfrutando lo bien que nos vemos bajo el sol otoñal de mayo.